PASTEL DE CHOCOLATE Y FRAMBUESA

Me encanta la mezcla de chocolate y frambuesa. Ese toque ácido que aporta la frambuesa con el dulzor del chocolate es una combinación perfecta. 

PASTEL DE CHOCOLATE Y FRAMBUESA

Ingredientes:

3 huevos
200g de azúcar
170g de mantequilla a temperatura ambiente
200g de chocolate negro troceado
90g de harina
50g de cacao en polvo
Frambuesas liofilizadas 
Preparación:

Montar los huevos con el azúcar al baño maría hasta que blanqueen. 

Deshacer el chocolate en el microondas y al sacarlo incorporarle la mantequilla dando vueltas hasta que se incorpore y quede uniforme. 

Mezclar con cuidado con los huevos que hemos montado con el azúcar, ayudándonos con una espátula a base de movimientos envolventes. 

Tamizar la harina y el cacao y mezclar de nuevo con cuidado. Incorporarle en el último momento las frambuesas troceadas. 

Verter la masa en un molde o en moldecitos individuales y hornear  en horno precalentado a 160º hasta que esté hecho. El tiempo dependerá del molde elegido. 


Dejar enfriar y decorar.

¡Bon appetit!

UNA IMAGEN Y UN RELATO

Aquel día llegó una vez más la hora del almuerzo. María, el aya, servía una suculenta sopa de ave mientras los niños con sus ropas de diario, se sentaban a la mesa en silencio como era habitual. En medio del acostumbrado ritual se abrió la puerta. El resplandor del sol impedía ver bien de quien se trababa. 

Susana, la pequeña, atisbando una imagen familiar, agarró el plato con su manita y comenzó a dibujarse en ella una sonrisa. Pablo, concentrado en su sopa, miró a su hermana, y extrañado rápidamente giró la cabeza. Pero Gustavo, el mayor, ya se había dado cuenta de quién era y absorto en su vaso de agua pensaba triste para sus adentros:

-¡Mamá!...¿vendrá esta vez para quedarse?

Esta preciosa y delicada pintura titulada "La hora del almuerzo" realizada en 1914, es obra de Zinaída Yevguénievna Serebriakova (1884-1967). Nacida en Neskuchnoye (perteneciente a la antigua URSS y actualmente Ucrania) en el seno de una de las familias más refinadas y artísticas de Rusia, la familia Benois, fue de las primeras pintoras que por aquel entonces, comenzaron a destacar en su país.