lunes, 11 de agosto de 2014

Arroz con leche de coco

Arroz con leche de coco
Ingredientes

200 gr de arroz redondo
500 ml de leche entera
300 ml de leche de coco (yo he usado una lata de 330 ml)
Entre 150 y 200 gr de azúcar, al gusto
Canela o coco rallado para decorar

Elaboración

Ponemos a cocer el arroz en la leche de coco y dejamos hasta que el arroz haya absorbido todo el líquido (entre 10 y 15 min).
Mientras tanto cocemos en otra cazuela la leche con el azúcar. Cuando rompa la ebullición incoporamos el arroz medio cocido y ya sin líquido y dejamos cocer en la leche azucarada otros 10 min hasta que tenga una consistencia cremosa pero con algo de líquido.
Tapa la cazuela y deja reposar así hasta que el arroz enfríe. Coloca en una bandeja de servicio y espolvorea con canela o coco rallado (o las dos cosas).
Consejos y comentarios

Si quieres hacer la leche de coco en casa sólo tienes que mezclar agua a punto de ebullición con coco rallado, en una proporción del doble de agua que de coco rallado (para esta receta, 300 ml de agua y 150 gr de coco rallado). Lo pasamos todo por la batidora y dejamos infusionar mientras enfría. Después colamos a través de un colador de tela o un paño fino.

Puedes aromatizar este arroz con leche de coco con un poco de ralladura de lima, limón o de naranja. A la hora de servir puedes mezclar con unos daditos de melocotón fresco o en almíbar, o mango fresco picado.

Cordero a la miel


El cordero es la primera especie animal, que fue domesticada por el hombre hace unos 9000 años atrás en el Medio Oriente, siendo utilizado en sacrificios religiosos y aprovechando su carne y su lana para el subsistir diario. El cordero es en la actualidad, la mayor fuente de carne que se consume en muchos países. La mayoría de las piezas que se venden en el mercado, corresponden a animales con menos de 300 días de vida y suelen pesar entre 5.5 y los 30 kilos (dependiendo de la edad), pasado este tiempo al animal se le denomina carnero. 

En España, se ha creado la Identificación Geográfica Protegida (I.G.P), una certificación avalada por la Comisión Europea, que tiene como objetivo designar la denominación de la carne de cordero cuya producción, transformación y elaboración posee un origen geográfico determinado, y cuya calidad o reputación se debe a dicho lugar. Este sello (I.G.P.) es muy importante en el cordero español, ya que existen diferentes denominaciones de origen como por ejemplo: "Ternasco de Aragón", "Lechazo de Castilla y León", "Corderex de Extremadura", "Cordero Manchego", "Segureño", o el "Cordero de Navarra". Al igual que el pavo, es tradicional prepararlo en las fechas navideñas, por lo que aquí os dejo una receta para cocinarlo con miel: 


Ingredientes:


1 lomo de cordero 

4 ó 5 dientes de ajo 
2 cebollas
Unas hebras de azafrán
1 vasito de vinagre de vino
150 g. de miel de romero (o la miel que tengáis y unas ramitas de romero fresco)
2 hojas de laurel
1 vaso de vino blanco
Sal y pimienta blanca molida 
Aceite de oliva

Preparación:


Precalentamos el horno a 200ºC. En una cazuela grande (que luego nos valga para el horno), rehogamos el ajo y la cebolla picados con sal, ponemos el cordero salpimentado y sellamos por todos los lados. Incorporamos el laurel, el vino y el azafrán, cocinamos a fuego bajo hasta que nos reduzca un poco el líquido. Metemos la cazuela al horno y le bajamos la temperatura a 180ºC. Horneamos unos 30 minutos, regando de vez en cuando con la salsa y a mitad de tiempo le damos la vuelta. Si la salsa reduce demasiado, echamos un poco de agua caliente o caldo de carne, y si vemos que la carne nos toma demasiado color y aún no está hecha, la tapamos con papel de aluminio.


En un cacillo al fuego, mezclamos la miel y el vinagre y damos un hervor. Cuando el cordero esté en su punto, lo rociamos con esta salsa y metemos al horno durante 5 minutos más. Servimos el cordero en lonchas con guarnición de verduras asadas, patatas fritas… y un poco del jugo de cocción por encima.


¡Bon appetit! 


El origen de la palabra "Restaurante"



Parece que la palabra "Restaurante" tiene su origen en una cita del evangelio que un mesonero llamado Boulanger colocó a la puerta de su casa de comidas de la calle Des Poulies (actual Rue du Louvre) en  1765, en esta se podía leer "Venite ad me omnes qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos", algo que podría traducirse por "Venid a mi todos los de estómago cansado y yo os lo restaruraré". Esta primera casa de comidas no era precisamente lujosa, pero presentaba ya mesas individuales y un menú en el que se podía elegir lo que se deseaba tomar, principalmente guisos y posteriormente pies de cordero. El mismo propietario hacia de portero y ayudaba a acomodarse a los comensales y lo que era aun más novedoso, tenía horarios fijos para el almuerzo y la cena. Entre sus clientes podemos citar al famoso Denis Diderot que en alguna carta alababa el local por la calidad del servicio y la belleza de alguna empleada del mismo. 

Hay otras versiones, como la recogida en el Larousse Gastronomique que dice que "restaurant" era una palabra del siglo XVI que designaba a un alimento que restaura y repone fuerzas y que la frase que Boulanger colocó a la puerta de su establecimiento era en realidad "Boulanger, venta de restaurantes divinos". Sea como fuere, el caso es que la frase tuvo éxito y las casas de comidas pasaron a llamarse desde entonces "restaurantes", lugares donde nos aliviaban de nuestras cíclicas carencias de alimentos. Después vendrían los restaurantes de Roze, Pontaillé y sobre todo Beauvillers que ya era un restaurante en toda regla y asi todo ha sido avanzar hasta llegar a "El Bulli". Parece que además este Señor Boulanger terminó haciéndose famoso por la calidad de sus pasteles y dulces, que antiguamente eran elaborados en los obradores de pan por lo que el término "Boulangerie" terminó por dar nombre también a las panaderías en Francia.

Esta entrada se la dedico a mi padre.

La anciana y los postres

“Una comida sin postre es como un traje sin corbata” 

Eso es al menos lo que mantenía el famoso restaurador francés Fernand Point (1897-1955), una idea que viene que ni pintada para ilustrar una anécdota ocurrida a la hermana de otro famoso de la cocina gala, el gastrónomo Anthelme Brillant Savarin. Resulta que encontrándose esta buena mujer a punto de cumplir los cien años, todavía no se había rendido a la evidencia de que la frugalidad en las comidas es una buena medida al llegar a determinadas edades. Suponemos que siendo hermana de quien era, tendría una propensión natural a disfrutar de los placeres que ofrece una buena mesa y en cierta ocasión, se decidió a darse un "homenaje" a base de numerosas ostras. La cosa no tuvo que ser precisamente escasa cuando la anciana empezó a notarse síntomas inequívocos de alarma, su rostro estaba congestionado y su respiración se hacía difícil, y claro cuando uno tiene cerca de cien años, la posibilidad de la muerte es una idea familiar y cercana; ell caso es que ella se supo en sus últimos momentos y sabedora de las delicias que esperaban todavía en la cocina grito con urgencia a la sirvienta:

"Pronto, date prisa muchacha, me queda poco, tráeme los postres..."

Ni que decir tiene que fue una muerte de lo más dulce.



 

Revueltos (varias recetas)

Aquí tienes muchas ideas para hacer revueltos tradicionales y otros más originales. Las cantidades son para 4 personas y 6 huevos grandes.
De habitas con jamón (en la foto): Rehogamos las habitas (300 gr) en una sartén tapadas y con un poco de aceite intentando que se hagan con su vapor sin tener que añadir agua. Cuando enternezcan añadimos el jamón (100 gr) y los huevos batidos. Puede ser que no necesite sal si el jamón es muy salado.

De verduritas y queso: Rehogamos un tomate pelado y picado sin las semillas con un pimiento verde picado y alguna otra verdura que nos guste (champiñones, guisantes, judía verde…). Salpimentamos, incorporamos los huevos batidos y a medio cuajar ponemos queso rallado o daditos de queso fresco en la cantidad que nos guste (100 gr). Terminamos de hacer y decoramos con cebollino picado.


De jamón y setas (o champiñones): En una sartén con aceite rehogamos las setas (300 gr). Cuando las setas estén tiernas incorporamos el jamón (100 gr) en tiritas y los huevos batidos (puede que baste la sal del jamón) y un poco de perejil picado y cuajamos el revuelto.


De morcilla y pimientos del piquillo: Escurrimos bien los pimientos de una lata de las planas (250 gr escurrido) y los secamos con un trapo. Los cortamos en tiras y los rehogamos en una sartén con aceite y 2 ó 3 ajos picados. En otra sartén rehogamos en su propia grasa una morcilla troceada (150 gr) con cuidado de que no se deshaga mucho. Cuando los pimientos hayan reducido todo el líquido incorporamos los huevos batidos, salpimentados y con un chorro de nata líquida y entonces ponemos la morcilla eliminando la grasa que ha soltado. Vamos cuajando el revuelto con cuidado porque lamorcilla es muy delicada de manejar. Espolvoreamos perejil picado.


De queso fresco y tomate: Picamos un diente de ajo muy fino, lo doramos en una sartén y añadimos un tomate pelado y picado en daditos (sin  las semillas). Al minuto, sin que llegue a enternecer, ponemos los huevos batidos y salpimentados y albahaca picada y a medio hacer incorporamos el queso fresco (200 gr) cortado a daditos. Terminamos de cuajar el revuelto.


De salmón ahumado: Batimos y salpimentamos los huevos. Los revolvemos en una sartén con mantequilla y añadimos un chorrito de nata líquida. A medio cuajar añadimos el salmón ahumado (unos 100 gr) cortado en tiras y terminamos de hacer el revuelto. Este revuelto queda buenísimo servido sobre tostadas con mantequilla.


De espinacas frescas y tomates: En una sartén con aceite salteamos un ajo laminado, incorporamos un puñado de hojas de espinacas frescas y al mismo tiempo un tomate pelado y cortado en taquitos (hay que eliminar las semillas para que no tenga mucho líquido), Salteamos todo un par de minutos y añadimos los huevos batidos, Cuando esté casi cuajado el revuelto añadimos un poco de queso tierno (o mozzarella o queso fresco).


De patatas con ibéricos: Se revuelven los huevos batidos con unas patatas fritas que previamente se han salteado con un majado de ajo y perejil y unos taquitos de chacinas ibéricas (a mi me gusta poner salchichón, queda muy original, pero puedes usar jamón, chorizo, lomo… a tu gusto). Cuida el nivel de sal porque las chacinas aportan mucha.


De gambas al ajillo: Se preparan unas gambas al ajillo tradicionales,No te pases de cocción. Cuajamos unos huevos en una sartén y a medio hacer se incorporan las gambas y se termina en un minuto.


De calabacines con patatas y queso: Salteamos al fuego un calabacín cortado en dados regulares junto con una patata pelada y troceada al mismo tamaño. Cuando hayan enternecido salpimentamos y añadimos los huevos batidos. A medio cuajar ponemos un poco de queso rallado o en taquitos. El queso no debe ser muy fuerte, puede ser un queso tierno tipo Edam o Emmenthal, o un queso fresco. También lo puedes suprimir.



De pan al plato

No siempre hemos disfrutado de la comida sobre un plato tal y como lo conocemos hoy en dia, en realidad el plato en su forma actual es un invento reciente. Hasta el siglo XV se acostumbraba a comer sobre una gruesa rebanada de pan duro a la que daban forma cuadrada y que llamaba "tajadero". Esta absorbía los jugos de la comida y al final, el tajadero podía comerse con salsa, pero era más frecuente darlo como limosna a los pobres. La foto evidentemente no corresponde con fidelidad a la idea de tajadero que aquí exponemos, pero nos ha resultado del todo imposible encontrar una foto mejor.

Con el tiempo, se hizo famosa la figura del tajador alfarero que fabricaba en barro, cerámica o madera, las fuentes y platos "tajadores o trincheros" usados preferentemente para cortar y picar el producto de la matanza del cerdo y que formaban parte de la vajilla tradicional de la Península Ibérica desde el siglo XIV.

Su aparición se considera ajena a la cerámica islámica y se justifica su presencia en la vajilla bajomedieval valenciana por influencia del área cristiana catalana. Para otros especialistas, existen paralelismos en forma y uso con ejemplares de alcadafes musulmanes localizados en yacimientos de Mallorca y Valencia.

Os dejo algunos refranes y frases hechas en las que el plato es el protagonista:

Refranes:

"Del plato a la boca se cae la sopa".

"Tajada que lleva el gato, tarde vuelve al plato".

"Uno caza la liebre en el prado, y otro la caza en el plato".

"El amor y el interés, comen juntos en un plato; el amor come por horas y el interés cada rato"

"La salud no está en el plato, sino en el zapato" (en prevención de la gula y recomendando el ejercicio)

Frases hechas:

"Acabar tirándose los platos a la cabeza": en una relación, acabar mal.

"Tener pinta de no haber roto un plato en su vida": dícese sobre todo de los niños buenos en apariencia y de los tímidos engañosos.

"Pagar los platos rotos": recibir castigo por lo que otro hizo o se hizo entre varios.

"No es plato de buen gusto": refiriéndose a una situación desagradable.

"Comer de o en un mismo plato": como signo de intimidad entre dos o más personas.

"No se puede estar al plato y a las tajadas": advertencia para los que lo quieren todo.

"La venganza es un plato que se sirve/toma frío": evolución de la frase histórica supuestamente pronunciada por Bruto mientras apuñalaba a Julio Cesar (...la venganza es fría, padre).


            

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