domingo, 28 de septiembre de 2014

SUSHI

Este plato es uno de los más reconocidos de la gastronomía japonesa y uno de los más populares en el mundo. Es un plato a base de arroz cocido aderezado con vinagre de arroz, azúcar y sal. Con ayuda de la thermomix, es muy sencillo prepararlo.




SUSHI

Ingredientes:

Aliño del arroz para sushi:
120 g de vinagre de arroz
40 g de azúcar
20 g de sal
Para cocer el arroz:
1 l de agua , para el vapor
300 g de arroz para sushi
1 cucharada de sal
380 g de agua

Para hacer los makis:
6 láminas de nori

Preparación:

Poner todos los ingredientes del aliño en el vaso y programar 4 minutos, 80º, velocidad 2.  Dejar enfriar y reservar. (Este aliño se conserva varios meses en el frigorífico. Es conveniente tenerlo preparado porque debe usarse frío)

Echar  el agua en el vaso y programe 5 minutos, temperatura Varoma, velocidad 

Mojar un rectángulo de papel de hornear, de aproximadamente 40 x 30 cm, escurrir bien y cubrir con él la bandeja del recipiente Varoma.

Poner  el arroz dentro del cestillo y lavar con abundante agua fría, aclarándolo las veces necesarias hasta que el agua salga bien clara. Este paso es muy importante para conseguir la textura del arroz de sushi, al igual que el reposo, que forma parte de la cocción en sí.


Cuando acabe el tiempo programado, colocar el recipiente Varoma en su posición y poner el arroz en la bandeja (encima del papel), distribuyéndolo de manera uniforme. Pulsar la función balanza, verter sobre el arroz 380 g de agua. Tapar el recipiente Varoma y programar 20 minutos, temperatura Varoma, velocidad 2. Es importante no levantar la tapa durante la cocción.

Retirar el recipiente Varoma, no levantar la tapa y dejar reposar durante 5-10 minutos.
Volcar el arroz en un recipiente no metálico (preferentemente de madera). Con la ayuda de la espátula, mover el arroz de forma delicada para airearlo y ayudar a que enfríe por igual. Puede abanicarlo, que es la forma tradicional de enfriarlo. Mientras lo mueve, verter poco a poco 6 cucharadas del aliño de vinagre sobre el arroz, removiendo y repartiendo con mucho cuidado el líquido por toda la mezcla. El resultado debe ser pegajoso y a la vez brillante. Para manipular el arroz, debe estar a temperatura ambiente. 

Este arroz es la base para los rollitos maki de alga nori que hacemos en esta receta pero igualmente sirve para hacer  bolitas de forma de croqueta nigiri, los conos temaki de alga nori, etc. También se puede servir con unas verduritas salteadas, gambas, tortilla... como "ensalada" de arroz o simplemente utilizarlo como acompañamiento de platos con un toque oriental.

Sobre la esterilla de bambú poner una lámina de alga nori, con la parte más rugosa hacia arriba.

Puedes humedecerte las manos con el aliño del arroz para ayudarte a manipularlo.

Extender el arroz sobre el alga en una capa fina y deje sin cubrir dos bordes, con un margen de un dedo el más cercano a nosotros, y de cuatro dedos el más alejado.

Colocar en el centro de las láminas el ingrediente elegido (zanahoria, pepino, aguacate, salmón etc…)

Con la ayuda de la esterilla, ir enrollando haciendo para ello una ligera presión y terminar humedeciendo el borde de la lámina para sellar el rollo.

Cortar el rollo en cuatro o cinco porciones con un cuchillo humedecido


Repitir el proceso con todas las láminas de alga nori.



MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Tab Benoit - Night Train
Para la degustación: B.B. King - Let The Good Times Roll 

VINO RECOMENDADO

Hiriart Lágrima, R-12. DO Cigales


DÓNDE COMER

Es un plato sofisticado, para recibir el año tan dispuesto y apasionadamente como deseas que transcurran sus días. Compártelo con tu pareja, a solas, en compañía de unas velas que iluminen lo suficiente para percibir la luz de sus ojos, con la mesa bien vestida y la rotunda voz de Cohen envolviendo el ambiente…No sé si lo acabarás.


QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS


Creo que habéis sido incapaces de acabaros todo. No hace falta decir más, ya eres mayorcito y sabrás que el amor o mejor dicho, practicarlo, es un potente antídoto contra la retención de líquidos varios. Sé generoso y repite cuantas veces sea necesario, porque un plato triple A bien merece un triplete para celebrarlo.

¡Bon appetit!

QUICHE DE BEICON Y QUESO

Receta sencilla y rápida que nos sacará en mas de una ocasión de un apuro a la hora de preparar un picoteo improvisado.



QUICHE DE BEICON Y QUESO


Ingredientes:

Para la masa:

175 gr de harina.
65 gr de mantequilla en trozos pequeños.
35 gr de agua.
1 pellizco de sal.
1/2 cucharadita de azúcar.
1/2 cucharadita de levadura química.

Para el relleno:

400 gr de leche entera.
100 gr de nata líquida de cocinar.
40 gr de harina.
1 cucharadita de levadura química.
30 gr de mantequilla.
10g de aceite de oliva.
Sal y pimienta.
4 huevos
200g de beicon troceado
200g de queso rallado 

Preparación:

Precalentar el horno a 180º.

En  la Thermomix:
Poner en el vaso todos los ingredientes de la masa en el orden en que aparecen y programar 15seg/ vel6. Dejar reposar la masa en el frigorífico 15 minutos. Esta masa no debe trabajarse mucho.

Extender la masa y cubrir con ella un molde de unos 26 cm de diámetro. Sellar bien la masa contra el borde. Dejar reposar la masa en el frigorífico durante 15 minutos.

Pinchar con un tenedor la base y las paredes y hornear durante 15 minutos. 

Preparar mientras el relleno. Para ello, poner en el vaso la leche, la nata, la harina, la levadura, la mantequilla, el aceite, la sal y la pimienta, y programar 5min/90ºC/vel4. Añadir los huevos y el beicon  y mezclar 5seg/vel3. 


Verter el relleno sobre la tartaleta. Cubrir con el queso rallado. Hornear durante 15 minutos aproximadamente. 




MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: Georgia On My Mind, de Ray Charles. Porque su voz grave y rotunda acompaña como ninguna las ensoñaciones más deseadas.
Para la degustación: Becca Krueger Cover of Ray Charles “Hit The Road Jack”. Nadie como ella para vestir este plato con tanta elegancia. 


VINO RECOMENDADO

Mayor de Castilla crianza 2010. D.O.C Ribera del Duero


DÓNDE COMER

En mesa redonda, como de negociación, bien vestida, con salvamanteles, y la cubertería y cristalería de las ocasiones especiales, porque ésta lo es. Vístete adecuadamente, porque a pesar de ser un plato casi, casi antropófago,  es sutil, festivo y elegante como muy pocos.


QUÉ HACER PARA COMPENSAR LAS CALORÍAS

Más allá de las pesadillas, los sueños felices, como las ensoñaciones placenteras, mueven a la risa y a la felicidad. Ensueña pues, con que, tal vez y sólo tal vez, en esa metáfora antropófaga acabas de una vez por todas con la larga sombra del poder y ríe, ríe mucho, porque cuando ríes se mueven 15 músculos faciales, el estómago, el diafragma, la musculatura pectoral…¿acaso hay un ejercicio más completo? Aplicado durante 2 horas, tumbado en el sofá o sobre la mesa en ensueño compartido, llegarás a la cena con espíritu renovado.

¡Bon appetit!

" WAGASHI MOCHI"

HOY VISITAMOS…"PASTELERÍA TORAYA": POSIBLEMENTE LA MAS ANTIGUA DEL MUNDO

“Los negocios familiares no sobreviven mucho tiempo si se imponen los intereses humanos. Nosotros mantenemos el negocio gracias a un poder mucho mayor”, asegura Zengoro, descendiente de la cuarentaiseisava generación familiar y actual responsable de la empresa en activo más antigua del mundo: la compañía de aguas termales "Houshi Onsen", situada en Japón. Según cuenta una leyenda japonesa, en el año 718 el Dios del monte Hakusan en Japón, visitó a un sacerdote budista y le dio a conocer la ubicación de unas aguas termales de cualidades milagrosas. Entonces, el sacerdote ordenó a su discípulo, el hijo de un leñador llamado Garyo Saskiri, construir y administrar una especie de balneario en ese mismo lugar. La cultura japonesa es rica en historias de este tipo, pero lo más increíble es que el mito siga vivo casi 1.300 años más tarde.

Y tras esta legendaria introducción, continuamos en el país del sol naciente, donde la familia y la tradiciones son ley, para conocer el origen de otra de las 25 empresas en activo más antiguas de la historia, y probablemente la más antigua del gremio del dulce: la pastelería "Toraya". 

Alrededor del año 1600, Enchu Kurokawa establecía un próspero negocio de confitería en la ciudad de Kioto. La primera referencia documentada sobre esta casa, aparece en unos documentos encontrados en un templo, donde se deja constancia de la buena actividad del negocio, y el nombramiento como proveedor oficial de la familia imperial japonesa (continuando así en la actualidad), muestra de ello, se refleja en una lista de hasta 20 tipos de productos de confitería que la casa Toraya sirvió a la emperatriz Meishó con motivo de su visita a la corte de su padre, el 108º emperador de Japón Go-Mizunoo (1596-1680).

Durante el período Edo y a finales del siglo XVII, el nombre de Toraya se hizo muy conocido entre los señores feudales de distintas provincias, alcanzando así su mayor apogeo. A pesar de ser destruida en el incendio que devastó Kioto en 1788, fue nuevamente reconstruida y sobrevivió al Gran Terremoto de Kanto y a la agitación de la Segunda Guerra Mundial. Período en el cual la tienda se trasladó varias veces hasta asentarse en 1964 definitivamente en Tokio, su actual ubicación. 

Como embajadores de la pastelería tradicional japonesa o "Wagashi", confeccionan a la perfección estas artísticas golosinas, entre otras especialidades, que son servidas a menudo con el té y que se elaboran principalmente con ingredientes naturales y vegetales como el mochi (pastel de arroz glutinoso), anko (pasta endulzada de judías azuki) y fruta. Generalmente no se consideran wagashi los dulces introducidos desde Occidente tras la Restauración Meiji (1868). Dentro de estas golosinas tradicionales, existen muchas variedades como por ejemplo los "Namagashi" o "dulces de estación", que llevan jalea de frutas y se elaboran en las distintas épocas del año siendo decoradas con motivos referentes a cada estación. 

En opinión de quienes los han probado, estas pequeñas obras de arte, poseen un delicado sabor dulce y un especial aroma, que unidos a su textura blanda pero resistente a la vez y a la decoración de exuberantes bosques y jardines que se dibujan o moldean en ellos, hacen exaltar los sentidos y hasta parece que se pudiera oír un imaginario susurro de pájaros y un suave mecido de hojas al contemplarlos. Aunque también hay que decir que en opinión de otros, la combinación de los sabores de la pasta de arroz y la de judías, resulta un tanto raro para los paladares occidentales acostumbrados a otro tipo de dulces. 

Hoy en día la compañía Toraya continúa su andadura con la 17ª generación familiar. Cuenta con una pastelería en París y más de 70 tiendas en todo Japón con una facturación anual de 150 millones de euros. La actual portavoz de la firma Yukio Ichikawa, nos explica en esta palabras el secreto de tan longevo éxito:
- “La clave para sobrevivir ha sido el respeto a la cultura y la tradición a la hora de elaborar el dulce, que en Japón es algo más que comida”.

Y sin duda lleva razón, pues parece que todo lo que se refiere a este país, está envuelto en legendarias y respetuosas ceremonias. 

Al haber tantas variedades y nombres de "wagashi", os traigo una receta que me parece un buen ejemplo para degustarlos, ya que son fáciles de elaborar y sólo hay que darles forma de esfera, aunque eso sí, no son tan espectaculares como los Namagashi o dulces de estación que aparecen en la foto.

RECETA DE " WAGASHI MOCHI" 

Ingredientes:

50 g. de harina de arroz
150 ml. de agua
100 g. de azúcar
Maizena para espolvorear
Relleno al gusto

Preparación:

Ponemos en un cazo la harina de arroz, el agua y el azúcar y lo ponemos al fuego sin dejar de remover hasta que la mezcla empiece a espesar, en este momento bajamos un poco el fuego y seguimos removiendo. Se irá espesando hasta formar una masa blanca mate y pegajosa. En este punto la retiramos del fuego y volcamos esta masa sobre la mesa de trabajo que habremos espolvoreado con maicena previamente, y la dejamos entibiar (45 minutos mínimo). A continuación vamos cogiendo porciones del mismo tamaño y las vamos aplanando, en este momento las podemos rellenar de la típica pasta de judías "azuki" (cocer 250 g. de judías azuki o soja roja remojadas de víspera, escurrirles el agua y mezclarla en la misma olla con 250 g. de azúcar, una pizca de sal y 25 g. de glucosa, cocinar nuevamente a fuego lento hasta obtener una textura pastosa), de crema de chocolate (para un gusto más occidental), de jalea de frutas o mermelada…

Y por último las cerramos con cuidado poco a poco plegando los laterales de la pasta sobre el relleno a modo de capullo de flor, hasta que tengamos la bola perfectamente cerrada. Para acabar de sellar la masa de arroz basta con que realicemos pellizcos en las grietas para que se peguen y la superficie quede homogénea. También las podemos hacer de colores agregando a la masa unas gotas de colorante alimentario, o aromatizar con esencia de vainilla.




MÚSICA PARA ACOMPAÑAR

Para la elaboración: For WhatIt’s Worth, de Buffalo Springfield. Porque calentar motores y usar la mandolina al ritmo del punteo de su guitarra es toda una experiencia.

Para degustar: Eternal Sunshine of The Spotless Mind. Besos sabor a aguacate, la suave melodia…uff, pocas cosas tan seductoras.

¡Bon appetit!
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