Supongo que para los ratones debe de ser el mejor de los consejos dado el peligro de las ratoneras cebadas con queso, pero entre nosotros esta sentencia popular parece que tiene más que ver con el hecho de no recibir un ingenioso y calculado engaño o "que nos tomen el pelo".
Todo apunta a que los orígenes de este dicho tienen su razón de ser en una curiosa cualidad del queso demostrada científicamente no hace mucho, pero empíricamente sabida por comerciantes avispados desde hace bastante tiempo. El caso es que las proteínas y la grasa del queso son capaces de bloquear determinados receptores del sabor, enmascarando y haciendo menos sensible nuestro gusto a los defectos que pueda tener un vino. De esta manera un vinacho puede parecer algo más si se acompaña de una buena porción de queso.
Sabiendo esto no era extraño que los comerciantes de vino, cuando veían que habían de tratar con algún comprador inexperto, hacían uso de esta artimaña para lograr endosar partidas no muy recomendables de vino, y a tal efecto procuraban que no faltaran unas buenas porciones de queso para acompañar la degustación previa a la compra del vinacho, que gracias a este maridaje pasaba por excelente. Y del hecho al dicho…¿o era al revés?
Todo apunta a que los orígenes de este dicho tienen su razón de ser en una curiosa cualidad del queso demostrada científicamente no hace mucho, pero empíricamente sabida por comerciantes avispados desde hace bastante tiempo. El caso es que las proteínas y la grasa del queso son capaces de bloquear determinados receptores del sabor, enmascarando y haciendo menos sensible nuestro gusto a los defectos que pueda tener un vino. De esta manera un vinacho puede parecer algo más si se acompaña de una buena porción de queso.
Sabiendo esto no era extraño que los comerciantes de vino, cuando veían que habían de tratar con algún comprador inexperto, hacían uso de esta artimaña para lograr endosar partidas no muy recomendables de vino, y a tal efecto procuraban que no faltaran unas buenas porciones de queso para acompañar la degustación previa a la compra del vinacho, que gracias a este maridaje pasaba por excelente. Y del hecho al dicho…¿o era al revés?