Hoy quiero rendir homenaje al pollo asado clásico, fácil, económico y sabroso que nos transporta a la infancia, a aquellos días en los que nuestras madres lo preparaban y acompañaban con patatas fritas y ensalada.
Sigue siendo la carne que recomiendan los médicos cuando se está a dieta para adelgazar o simplemente cuando se quiere eliminar la carne roja de la rutina diaria. A los chicos en casa les encanta. Esta es una receta adaptada del libro Cocina para pobres.
Ingredientes:
1 pollo de corral entero (merece la pena gastarse un poco más de dinero porque se nota el sabor)
Aceite de oliva
Un puñadito de piñones
2 manzanas
1/2 vaso de vino blanco
1/2 vaso de agua
Sal
Papel de aluminio
Hilo para atar el pollo o palillos pequeños
Se sala el pollo y se rellena con los piñones y las manzanas cortadas en cuartos.
Colocamos ahora las alas del pollo hacia abajo y las amarramos bien juntas para evitar que se salga el relleno.
Una vez que esté atado, colocamos el pollo en un molde hondo y apropiado para el horno.
Preparamos el horno llenando de agua la bandeja de hierro que traen los hornos y la ponemos en la parte de abajo, esto sirve para crear vapor y que el pollo esté jugoso.
Encendemos el horno e introducimos la bandeja con el pollo a media altura.
Encendemos a temperatura máxima (250ºC) y echamos por encima medio vaso de vino blanco mezclado con medio vaso de agua.
Tapar con papel de aluminio la primera media hora para evitar que se quemen las patas y retirarlo pasado ese tiempo.
Vamos dando vueltas, aproximadamente durante 75 minutos, y regándolo con el líquido del fondo de la fuente.
Este pollo también lo puedes hacer rellenándolo con piñones, ciruelas negras remojadas en brandy y manzana. Si te gusta una opción más ligera, puedes probar rellenándolo con tomillo y limón, también está riquísimo y cambias de sabores.
También puedes usar estos rellenos para el pavo o el pato de navidad.
Hoy, receta de esas que hacemos muy a menudo, crema de guisantes, un primer plato ideal para la cena.
Las cremas de verduras son una forma saludable, sencilla y apetitosa de hacer que los niños se adapten a los productos más saludables para ellos. Además, como tienen el sabor un poco dulzón, les suele encantar.
A mí me encantan. Tienen muchísimas ventajas y posibilidades. Todos los médicos recomiendan siempre masticar mucho la comida porque facilita la digestión, se reduce el tiempo que permanece la comida en el estómago y esto hace que se tenga menos hinchado. Bueno, pues la crema hace ese trabajo por nosotros.
Son facilísimas de hacer, rápidas, las puedes tener preparadas con antelación, se pueden congelar, llevar al trabajo... En fín, plato sencillo y saludable.
Ingredientes:
800 gramos de guisantes (frescos y hechos al vapor, congelados y escaldados, de bote, etc)
100 gramos de jamón serrano picado
1 cebolla
1 rama de apio
50 gramos de almendras crudas molidas
500 ml. de caldo de verdura
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
Sofreir la cebolla y el apio . Cuando estén blanditos, echar las almendras molidas y rehogarlas hasta que se doren. Añadir los guisantes y saltearlos para que se integren los sabores. Cubrir con el caldo de verdura (yo usé uno que tenía casero) y llevarlo a ebullición y salar. Bajar el fuego y dejarlo cocer unos 15 minutos.
Una vez hecho, pasar por el turmi o el pasapurés. Si veis que se queda muy espesa, le añadimos un poco más de caldo de verdura hasta que tenga la textura que os guste y lo volvemos a probar de sal. Yo la suelo dejar un poco espesita porque así es como les gusta en casa.
Si la queremos enriquecer con un poco de proteína, tostaremos el jamón con una gotita de aceite en una sartén hasta que esté crujiente. Se lo ponemos por encima a la crema.
También le podemos añadir, en vez de jamón, huevo duro picado.
Para presentar el plato servimos la crema y ponemos el jamón o el huevo en el centro o espolvoreado, según nos guste más. Si se tienen invitados a mí me gusta más en el centro.Una vez emplatado, se le echa un chorrito de aceite de oliva haciendo un círculo alrededor del jamón y ya la tenemos lista. Que aproveche!
