sábado, 20 de septiembre de 2014

PANECILLOS

Buscando una receta de pan para hacer hamburguesas, Cova tuvo la amabilidad de facilitarme esta que ha sido un éxito. La probé de inmediato ya que no hay receta en su blog que no me guste.



PANECILLOS 

Ingredientes:

500g de harina de fuerza
40g de mantequilla
40g de azúcar
12g de sal
25g de levadura
135g de agua
135g de leche
100g de masa madre
Masa madre:
125g de harina
50g de agua
5g de levadura
17g de leche

Preparación:

Masa Madre:Preparar la masa madre con la harina, el agua, la levadura y la leche. Tiene que quedar una masa sedosa y blanda parecida a la de pizza. Dejar esta masa tapada con un nylon hasta que duplique su tamaño.
Poner los líquidos (la cantidad puede variar según admita la harina que pongamos) en la panificadora y agregar la mantequilla, el azúcar, la sal, la masa madre, la harina y por último la levadura. 
Poner en marcha el programa masas (en el caso de mi panificadora bifinett, el número 7).
Cuando termine, cortar trozos de masa de unos 100g y hacer los panecillos. Colocar los panes en una bandeja de horno engrasada y dejar levar. 
Cuando los panes están fermentados, unos 30 minuto, pintar con huevo batido.

Hornear en horno precalentado a 170º unos 15 minutos aproximadamente.



¡Bon appetit!

viernes, 19 de septiembre de 2014

"ATAR LOS PERROS CON LONGANIZA"

El origen de esta curiosa expresión, que se suele utilizar con cierta ironía cuando se hace ostentación de riqueza o derroche, se remonta a principios del siglo XIX, y nació en Candelario, un pueblo de la provincia de Salamanca famoso por la calidad de sus embutidos y por el festejo del “Día de la Candelaria” cada 2 de febrero. En este pueblo, vivía el mejor fabricante de embutidos del lugar cuyo nombre era Constantino Rico, alias "El choricero" o "Tío Rico". Era tal la fama de la que gozaba que fue inmortalizado por el pintor Ramón Bayeu, cuñado de Goya, en un tapiz que hoy en día se exhibe en el Museo del Prado y que es la obra con la que se ilustra esta entrada. 

“El choricero” tenía montada en la planta baja de sus casa una pequeña fábrica en la que trabajaban varias empleadas. Todos los que trabajamos en la cocina o en labores parecidas sabemos que en determinados momentos una no puede dejar ni un instante lo que está haciendo, así, un día, no se sabe bien porque, apareció un perrito por la sala de embutir y resultando evidente el revuelo que podría causar un perro rodeado de todos aquellos embutidos se hizo necesario buscar una solución, y no pudiendo perder tiempo en echarlo por estar en plena faena, a una de las empleadas no se le ocurrió otra cosa, que utilizando lo que tenía más a mano, atar el perro a la pata de un banco con la ristra de longaniza que estaba embutiendo en ese momento. Al poco tiempo entró un muchacho, hijo de otra de las trabajadoras, a dar un recado a su madre y presenció boquiabierto la escena, e inmediatamente se encargó de divulgar la noticia de que en casa del "tío Rico" "se ataban los perros con longaniza".

La expresión, resultó tan afortunada, que tuvo pronta aceptación en todo el pueblo, para generalizarse posteriormente y difundirse por todo el País.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...