Ingredientes:
Patatas medianas
Aceite de oliva
Romero
Sal en escamas (Sal Maldon)
PREPARACIÓN:
Tenemos que coger patatas medianas de tamaño, y de forma parecida. Las pelamos y con ayuda de un cuchillo de punta las torneamos un poco para igualar la forma.
Cortamos de un lado una lámina de patata para hacer de base y que la patata se mantenga de pié. A 1 cm. de la base, introducimos un palillo de brocheta, a lo largo de toda la patata.
Con ayuda de un cuchillo grande y bien afilado, vamos cortando las láminas de patata, llegando hasta el tope del palillo de brocheta, de manera que no cortamos del todo y queda la patata entera.
Hay que hacerlo con mucho cuidado y despacio, para no estropear ninguna lámina y procurando que queden todas parecidas de grosor. Para la segunda patata ya se le ha cogido el tranquillo.
Precalentamos el horno a 220º. Ponemos las patatas en una fuente de horno después de lavarlas y secarlas muy bien. Se rocían con aceite de oliva, sal y romero al gusto.
Metemos la bandeja al horno y tenemos las patatas a 220º durante 5 minutos. Subimos la temperatura a 240º y la mantenemos durante 1 hora y media, hasta que estén doradas.
Tened en cuenta que cada horno es diferente, y también depende del tamaño de las patatas, yo tuve suficiente con 45 minutos.
Es una guarnición buenísima, diferente y que consigue sorprenderme, sin tener un trabajo excesivo.