domingo, 31 de agosto de 2014

Hoy visitamos... La bodeguita del medio


"Mi mojito en la Bodeguita... y mi daiquirí en el Floridita"

Estas son las palabras que escribió en inglés el afamado Ernest Hemingway en las paredes del lugar que hoy nos ocupa, la mundialmente famosa "Bodeguita del Medio" de La Habana Vieja. El escritor vivió durante dos décadas en la isla, y su afición por los mojitos de este lugar es imitado cada día, como si de un ritual se tratase, por cientos de turistas que visitan la ciudad.

Al igual que Hemingway, eran asiduos al local otras celebridades como Errol Flynn, Pablo Neruda, Salvador Allende, Gabriela Mistral o Agustín Lara que como tantos otros dejaron constancia de su presencia en sus paredes ya hoy abarrotadas de firmas. Algunos otros personajes asiduos lograron algún otro privilegio, así en la Bodeguita, que tiene tres pisos, hay dos mesas que nadie puede ocupar, porque están "reservadas" para dos asiduos clientes (al menos en espiritu): una para el poeta cubano Nicolás Guillén que le dedicó un poema que se encuentra en un lugar principal del local y la otra para el cantante estadounidense Nat King Cole.

Casi todas las fondas cubanas, que vienen a ser una especie de restaurantes modestos, así como los pequeños mercados frecuentados por los vecinos de las zona a los que llamaban bodegas, se hallaban estratégicamente situados en las esquinas o extremos de una calle. La Bodeguita del Medio, originalmente llamada "La Complaciente", para después llamarse "Casa Martínez" , había sido una bodega que, a diferencia del resto, estaba a mitad de una calle, por lo que no se trataba de una más, sino de la bodeguita que estaba situada en el medio de una calle. Cuando el local en 1950 pasó a ser un restaurante, donde en sus salas se podía disfrutar del ambiente típico cubano con su música, tabacos, su refrescante "Mojito" y su cocina criolla que ya pusiera de moda la cocinera Silvia Torres "la china", su dueño decidió conservar el nombre con el que los clientes ya habían bautizado su negocio. Y es entonces cuando se inaugura oficialmente la actual "Bodeguita del Medio" .

El mojito, una bebida sin la que la Bodeguita del Medio no se entiende, es un combinado preparado con ron, hierbabuena, limón, agua con gas y azúcar y que vale cuatro dólares en este local, un precio inalcanzable para la mayoría de los cubanos, que perciben en promedio un salario de menos de 20 dólares al mes. Por esto, desde los años 1990 los extranjeros son los principales clientes de este bar repleto de fotos de clientes famosos, situado en la calle Empedrado 207 -a media cuadra de la Catedral de La Habana- y que ofrece también habanos, una selección de platos cubanos y recuerdos, como camisetas y bandejas. En la actualidad, como si de una franquicia se tratase, se han abierto otros locales en puntos diferentes del mundo bajo el mismo nombre.

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